Qué buen descubrimiento, ¿no? Decidme, ¿qué tiene que envidiar este hombre a Steve Vai? O a Metallica, Mago de Öz y Dragonforce. Incluso me atrevo con los grandes y os pregunto, ¿qué tiene que envidiarle a Gary Moore o Eric Clapton teniendo un estilo tan personal y único como ellos? Todos los que menciono son muy grandes y conocidos, pero hay una diferencia entre todos ellos y Andy McKee y es que si no existiera un popular portal de vídeos en el que subir su música, su nombre no significaría nada ni para ti ni para mí. Este mes Andy ha estado por España y por desgracia no he podido ir a verle dadas las fechas de mis exámenes en la escuela de música, pero no importa porque si quiero y tengo dinero puedo irme a verle a Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos o Francia, ya que su gira alcanza las ciudades más relevantes de América y Europa. No importa tampoco si no tengo dinero para ir a verle; puedo comprarme uno de sus cuatro maravillosos discos. Es genial pero, ¿y si no existiera YouTube?
El señor McKee seguiría siendo un misterio para los millones de personas que le conocen hoy; sería una fuente abismal de talento y buen gusto a raudales en sus dulces y elegantes composiciones llenas de alma, belleza y profundidad en su pequeña ciudad de Kansas.
Creo que Andy le da a la guitarra un nuevo significado y quizás, si sois tan pensadores como yo, una lección.
Ni el haber dormido 3 horas, ni el tener el examen más importante del curso en un rato, ni si quiera el reloj corriendo imparable conmigo sentada enfrente del ordenador en pijama han logrado apartar de mi cabeza la pregunta: ¿cuántos Andys MaKee más hay? ¿Cuántos músicos únicos llenos de talento y grandeza están ahora mismo viviendo en el más desolador anonimato sin ganar los millones que ganan AC/DC e Yngwie Malmsteen por reeditar sus mismos temas de hace 20 años? ¿Sabéis qué creo? Que gran parte de la culpa es nuestra.
Claro que las discográficas deciden qué editan y qué no, pero lo que no van a hacer nunca es editar algo que no se escucha. Si millones de personas escuchan Metallica, seguirán saliendo sus discos porque se venderán millones, mientras que si nadie escucha a Andy McKee, o hay un portal de vídeos en el que, si ofrece algo nuevo (como es el caso) y se lo curra durante horas y años y tiene un poco de suerte, o nunca será nadie.
Claro que cada uno tiene que buscarse la vida e intentar que se le escuche todo lo que esté en su mano, pero si nadie quiere escucharte, por mucho que te esfuerces, no te van a escuchar. ¿Pero cómo van a escucharte a ti si sólo escuchan a Satriani, Slash y Gilbert? Ya no hablo de aquellos que se cierran en un estilo y de ahí no salen (metal, rock...) sino de todos aquellos (la mayoría de nosotros) que no salen de lo mismo de siempre y se están perdiendo grandeza y belleza a raudales, sin tanto movimiento mediático, tanta droga y, porque no decirlo, sin gastar tanto dinero.
MySpace y YouTube están LLENOS de jóvenes y no tan jóvenes artistas con muchísimo que ofrecer a vuestros oídos y corazones. Desde aquí quiero animaros a que salgáis de la misma monotonía musical de siempre y le deis una oportunidad a aquellos que no lo tienen tan fácil. No os cuesta nada prestar una escucha al temilla del de al lado. Haceos un favor y dejad de escuchar siempre a los mismos. A los jóvenes os sugiero que dejéis de escuchar a los guitar heros (Steve Vai & Company). Y a los no tan jóvenes os pido permiso para que me permitáis la osadía de deciros que alabando a los consagrados de siempre, desechando todo lo nuevo, no hacéis más que aislaros musicalmente.
Esto es una llamada de cada Andy McKee que hay en el mundo esperando su oportunidad; escuchadlos, por favor.
Ya voy suficientemente tarde; os deseo una semana excelente.
Rocking in the Free World,
Esperanza Galera
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